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18 en 54 o 54 en 18

Un ejecutivo envía un fax a su esposa:

«Querida esposa: Comprenderás que ahora que tienes 54 años, yo tengo ciertas necesidades que tú ya no puedes satisfacer.

Soy muy feliz contigo, te considero una esposa maravillosa y sinceramente, espero que no te sientas herida u ofendida al saber que cuando recibas este fax, voy a estar haciendo sexo en el Hotel Camino Real con Vanessa, mi secretaria, que tiene 18 años.

No obstante, llegaré a casa antes de la medianoche».

Cuando el tipo vuelve a su casa, se encuentra una nota sobre la mesa del salón que dice:

Querido esposo: He recibido tu fax y no puedo evitar darte las gracias por el aviso. Aprovecho la oportunidad para recordarte que tú también tienes 54 años. Al mismo tiempo, te comunico que para cuando leas este mensaje, estaré dándome un revolcón en el Gran Hotel Fiesta con Mikel, mi profesor de tenis que, al igual que tu secretaria también tiene 18 años.

Como además de ser un empresario de éxito, eres licenciado en Matemáticas, podrás comprender fácilmente que estamos en las mismas circunstancias, pero…. con una pequeña diferencia:
«18 entra más veces en 54, que 54 en 18 «….. Por lo tanto, no me esperes esta noche, llegaré mañana.

Recibe un beso de tu esposa que verdaderamente te comprende»…

Me case hace un mes

El otro día me paso una cosa curiosa. Como sabéis llevo cosa de un mes de casado y mantuve el siguiente dialogo con mi esposa. Ya sabéis que soy muy feliz, pero ya andaba yo con ganas de irme de parranda, así que le dije a mi mujer:

– Mi vida, ahora mismo vengo…
– ¿A donde vas cariño…? (expresión de recién casados)
– Al bar mi cielito, a tomarme una cervecita.
Mi mujer se lleva la mano a la cintura y me dice:

– ¿Quiere cervecita mi amorcito…?
Y en eso abre la puerta del frigorífico y me enseña 25 marcas de cerveza de 12 países diferentes: mexicanas, alemanas, holandesas, japonesas, etc. Yo, que no sabía muy bien que hacer se me ocurre decirle:

– Hay mi pichurri… pero en el bar… tu sabes…la jarra helada…
No terminaba de decir esto cuando me interrumpe diciéndome:

– ¿Quiere jarra congelada mi amorcito…?
Saca del congelador una jarra helada, congelada, blanca… tan blanca que hasta temblaba de frío. Yo apenado le dije:

– Si churri mía pero en el bar sirven unas tapitas riquísimas..vuelvo enseguida, ¿vale …?
– ¿Quiere tapitas mi amorcito…?
Abrió el horno y el frigorífico y me sacó quince platos diferentes de tapas…: aceitunas, chopitos, mejillones, berberechos, patatas bravas, patatas ali-oli, cacahuates, palomitas, quesos, pate, caviar, carnes frías, etc.

– Pero caramelito… en el bar … tu sabes… las maldiciones, las palabrotas y todo aquello…
– ¿Quiere palabrotas mi amorcito…?. Entonces: ¡¡¡TE TOMAS LA JODIDA CERVEZA EN LA PUTA JARRA HELADA Y TE COMES LAS TAPAS DE MIERDA. PERO DE AQUÍ NO SALES, HIJO DE LA GRAN PUTA!!!

La Vida del Galactico

Es dura la vida del Galáctico… muy dura. Soy tirador de carros desde que tengo uso de razón si es que alguna vez lo he tenido y debo confesar que es vida muy dura, nadie sabe cuán dura es, nadie lo sabe.

No es fácil levantarse cada mañana sabiendo que has de tirar del carro. Me levanto, me ducho, me afeito -a veces, si no estoy muy cansado para ello- y elijo vehículo no sin dificultad para ir a entrenarme. Cuando uno tiene varios vehículos a cual con más prestaciones hasta la decisión más sencilla se vuelve insoportable como la más pesada de las pesadas losas. Cuando uno tiene una casa de 1000 metros cuadrados los desplazamientos son una carga y las comunicaciones -por walkie talkie- resultan agotadoras. Las palabras nunca han sido mi fuerte y mi vocabulario no es muy amplio, pero es que he concentrado todos mis esfuerzos en tirar de los carros, dura vida esta, realmente dura.

A veces creo que no seré capaz de soportar los diez minutos de carrera continua con que el entrenador trata de aniquilarnos cada mañana (de los días impares, los pares hay baño y masaje), aunque finalmente sí aguanto el duro trote de mis compañeros más veteranos. Después nos mentalizamos para el partido, para ese instante en que después de arrostrar ochenta minutos de hastío y abulia destapamos el tarro de nuestras esencias y resolvemos el match. Dicen que carecemos de fundamentos tácticos y de la más elemental de las disciplinas, mas…. ¿acaso no es el galáctico imagen y semejanza de aquellas constelaciones que allá en el firmamento siguen, cuánticas y caprichosas, las aseveraciones de Heisenberg, Dirac, Planck o Del Bosque?

No es fácil ser tirador de carros. Año tras año y partido tras partido y día tras día todos los entrenadores se empeñan en colocarme en el campo. Así llueva o haga calor, meta goles o pifie todos los tiros, ahí estoy en el campo. Dicen que no tengo fuerza en el chute, que no soy rápido en una
carrera, que carezco de clase, toque y regate. No diré que estén equivocados, pero tampoco puedo afirmar que estén en lo cierto. Como tirador
de carros apelo al liderazgo, a los intangibles, a lo que el ojo no ve. Abro espacios, intimido, tiro del carro. Soy un oportunista del área.

La gente cree que no disfrutamos, que salimos al campo con la desidia propia del galáctico de la era de Lorenzo Sanz. La gente no debería pensar así, no, no debería decir esas cosas. Después del agotador entrenamiento de hora y cuarto -tiempo de traslados incluidos- probablemente nos espere una sesión fotográfica o un atavío de gladiator para un anuncio de pepsi, con lo que jode llevar las dichosas chanclas. No es fácil, no, bien sabe Zeus que no lo es. Coger un vuelo de preferente y volar a Mónaco para jugar un parchís de elite y transbordar ipso facto a Milán para el final de un desfile y saludar después en Southhampton a las estrellas olímpicas del último torneo de voley-barro.

Volar ya no es lo que era. Ahora ni en iberia te dan ya aquel zumo. Hay que apoquinar. Lo triste es que yo vuelo en special bussiness vip class y no
puedo evitar leer los periódicos y las críticas despiadadas hacia el equipo, hacia mis compañeros y yo que lo damos todo, que amamos el deporte y los colores y sentimos las derrotas más que el más sentido de los aficionados de toda la vida, bien lo sabe Zeus, bien lo sabe.

La vida del deportista es muy corta. Unos pocos años y paff, se acabó. A comentar en la ser. Es dura la vida del tirador de carros y del galáctico… todo el día y la noche rodeado de críos que te acosan y de hermosas mujeres con las que necesariamente es conveniente que a veces uno tenga que ser amable porque se debe el galáctico a esos aficionados y aficionadas que llenan los campos y llenan las arcas de los potentados magnates del peiperviú. Y como ídolos de la sociedad damos ejemplo, aunque a veces queramos decir no, pero no es educado, no sería un buen ejemplo, no, no lo sería. A veces si hace un poco tarde, sí, dura es la vida. Porque al día siguiente el carro no espera.

Es lo que tiene ser galáctico.

El inglés es facil…

¿¿¿ El inglés fácil ???
¡¡¡¡ Y una mierda !!!! (probadlo vostros mismos…)

CURSO DE INGLÉS:
1 – MÓDULO BÁSICO
Castellano: Tres brujas miran tres relojes Swatch. ¿Cual bruja mira reloj Swatch?
Inglés: Three witches watch three Swatch. Which witch watch which Swatch watch?

2 – MÓDULO AVANZADO
Castellano: Tres brujas «travestis» miran los botones de tres relojes Swatch. ¿Cual bruja travesti mira los botones de cual reloj Swatch?
Inglés: Three switched witches watch three Swatch watch switches. Which switched witch watch which Swatch watch switch?